Bruma de asfalto y madrugada pirenaica.
Son tiempos de negación, de vida entre bruma, de casi no poder respirar porque cada día alimentan más el insaciable lodo de los dictadores del pasado con el odio de los que manejan el presente y cada día que pasa somos personas un poco más ahogadas. Quieren que dudemos hasta de algo que Galileo iluminó para toda la humanidad hace ya unos cuantos siglos. Hace falta alejarse y mirar desde lejos para poder tener perspectiva, vislumbrar todos los matices, pero es imposible divisar nada desde esta calima de la desinformación en la que vivimos. Últimamente siento que tanto odio en todas partes es un humo espeso que me envuelve, lo puedo palpar y hasta cortar con un cuchillo.
Hace unas semanas NYC se cubrió de hollín amarillo, ceniza proveniente de los incendios forestales en Canadá. No hace mucho Madrid se tapaba de niebla naranja del Sáhara y nos dijeron que cerráramos las ventanas, que el resto del año se puede estar con las ventanas abiertas perfectamente porque los coches emiten aire puro de madrugada pirenaica de abeto Douglas y lágrimas cristalinas de elfo de rosas de la cima del Everest. Auténtica salud. Durante esos días de cielo madrileño ensangrentado hice Calima. Podía oír el humo reptando, entrando poco a poco por todas las rendijas de mi casa y traté de convertirlo en música. Quise capturar el sonido de un sistema que todo lo quiere cubrir de bruma para que no sepas distinguir ninguna verdad entre tanta mentira. La canción salió hace unas semanas, pero aquí vuestro experto en marketing aún no os había avisado.
Si visteis el live que hice con los videos en directo de drama seguramente reconozcáis la canción ya que la toqué ese día.
Por cierto, ese live tan guapo lo vamos a poder a hacer, al fin, en algunos sitios para que otros seres humanos lo puedan ver en vivo y en directo. El 15 de julio lo haremos en Barcelona, en el Alma Festival Pedralbes justo después de la ZAHARAVE y hasta que cierren las puertas del Poble Espanyol. El próximo 21 de julio estaremos haciendo el live en Madrid en el Gilda Club, pero esto os lo cuento bien en unos días. La verdad es que me muero muy fuerte de ganas y bastantísimo de nervios con estas dos fechas.
A modo de despedida os dejo con una sesión de hace tiempo de Skee Mask que es un flipe.
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