En 2015 Matthew Herbert comentaba que Spoti y las plataformas de streaming se estaban convirtiendo en un vertedero de archivos musicales. Una isla mastodóntica de deshechos de plástico surca los océanos y lo mismo ocurre con la música. Así lo veía el bueno de Herbert hace unos años. Reflexionaba sobre la necesidad de publicar nueva música si esta carecía por completo de mensaje y no aportaba absolutamente nada a la humanidad. Decía que no era necesario sumar más gigas de vacío a la música mundial. Me gustaría compartir la charla, pero desgraciadamente ya no está disponible. Esta visión en 2023 me resulta muy mona. Cada año se suben 22 millones de “canciones” a Spoti, así que más que un vertedero si miran por la ventanilla de la derecha podrán divisar un planeta entero hecho de basura. Aún no tengo una opinión formada al respecto y llevo desde 2015 pillado con esa charla, pero tengo que vivir, hacer y escuchar música.
Ante esto uno se equipa, coge cuchillos, corta retractilados, quema film termoplástico, se abre camino y se aventura hacia el centro de esa selva de basura verde de la que hablaba Herbert en busca de las gemas que nacen continuamente en algunos rincones. Con mucho esfuerzo uno consigue seguir encontrando discos y músicas de aventura, mensaje y emoción.
La semana pasada escuché y disfruté mucho con el nuevo de Surgeon y lo bonito que es el de Lana del Rey, pero lo que más escuché fue el último álbum de Ryuichi Sakamoto porque lo voy a echar mucho de menos 🖤.
Para la vida real también cuesta encontrar músicas del peligro, yo particularmente la encuentro en las sesiones de electrónica, pero puede insertar aquí su aventura preferida.
Hace unos meses vi a Richie Hawtin en The Beams haciendo su live de improvisación salvaje y me llevó de viaje muy muy lejos a sitios muy muy bonitos. Siempre que salgo de una sesión así de impactante comento que quiero agarrar el techno, que es una pena no poder agarrarlo y llevármelo a casa. Salgo del club sintiendo que acabo de vivir algo único e irrepetible y que quizás uno de los valores más bellos de la música en directo es que no la puedes agarrar, no la puedes encapsular y volver a escucharla porque la única manera que existe es sentirla en directo. Me muero por ver a Blawan o a Surgeon haciendo lo suyo algún día, directos completamente improvisados, surfeando la ola del accidente y la magia del momento singular, espero conseguirlo pronto.
Amo la música grabada y es un arte que muero por seguir descifrando, pero es cierto que lo que ocurre en el directo sigue siendo inasible e irrepetible, imposible de empaquetar. Por eso he querido investigar mi propia manera de hacerlo. He montado un live con mis máquinas inspirado en lo que he vivido en estas sesiones de electrónica a las que acudo asiduamente y en artistas que viven en ese camino riesgoso de la improvisación en directo. Estoy buscando mi propio lenguaje y para ello el único camino que conozco es hacerlo. En esta ocasión se vino drama conmigo a hacer su propia impro con los videos, así que aunque solamente aparezco yo en pantalla todos los videos que veis están tocados en directo por las manos mágicas de drama. Aquí abajo podéis ver el nuevo directo, lleno de accidentes asombrosos y ciertos pozos de averías de los que salir airoso, una jam de una hora sin preparación, sin edición, música y videos tocados en vivo intentando aguantar todo lo posible en la ola:
👻Hasta pronto.👻
Interesante….. una de las gozadas de llevar años en esto es que tengo el lp en directo Richie Hawtin :Decks Efx & 909 que no está en spoty!!!!
JE JE
Aunque yo siempre he sido más de Sven Vath